La gestora cultural y socialité Mary Rose Mac-Gill murió este lunes pasadas las 2 de la madrugada, a los 90 años por complicaciones en su salud. La semana pasada, su hijo Julio Subercaseaux informó que su madre debió ser intervenida quirúrgicamente el pasado miércoles 17 de julio por una obstrucción a las arterias, que no resultó de acuerdo a lo esperado.

Por lo mismo, Mac-Gill fue sometida a una segunda operación, pero el jueves pasado su estado de salud empeoró, por lo que debieron suspender la intervención. Desde entonces estuvo en estado crítico.

En tanto, la Alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei, expresó en su cuenta de X (ex-Twitter): “Que triste comenzar la semana de esta manera. Hoy despedimos a nuestra querida miembro del directorio de la Fundación Cultural de Providencia, Mary Rose Mc-Gill, quien por cierto, fue una tremenda amiga. No hay palabras para estos momentos, sólo agradecer su colaboración y compromiso con la cultura y las artes, su alegría y entrega en cada cosa que hacía. La vamos a extrañar inmensamente. Le mando un abrazo grande a su familia y amigos en este difícil momento”, agregó la edil santiaguina.

Por su parte, la fundación declaró: “Rendimos un sentido homenaje, lleno de gratitud y reconocimiento a quien durante los últimos 8 años nos contagió de entusiasmo y vitalidad con su inmenso amor por la belleza, el arte y la cultura desde nuestro directorio”.

Anécdotas que guardan relación con su vida, fueron las veces que compartieron con ella, lo que según algunos, era como tomarse 200 selfies, lo que salió en la portada de un conocido medio nacional. Se sabía que la personalidad y usos de Mac-Gill eran similares a la costumbre británica de tomarse un té y hacer vida social al estilo inglés, como sus archicontadas anécdotas con los fallecidos Felipe de Edimburgo y la Reina Isabel II.

Esa misma línea siguió su colega Julita Astaburuaga, otra socialité nacional que alguna vez fue célebre por traer la conocida Crema Pond’s a Chile, venida de Europa y que logró un rápido lugar en el mercado gracias a la venta en varias perfumerías, farmacias y supermercados del país, lo que fue reforzado con continuas apariciones en televisión mediante difusión de comerciales.

De paso sea dicho, ella y la humorista Patty Cofré, protagonizaron hace algunos años un divertido spot donde captaban a jóvenes que se sabía eran tirados a reggaetoneros o simplemente flaytes, donde se les hacía un particular test llamado «pitucómetro», el cual era una máquina que determinaba el nivel de flayterío en algunos jóvenes, mientras probaban trozos del atún «San José».

En ese contexto, Mac-Gill era la directora del ficticio Instituto de la Socialité, el cual efectuaba dicho experimento con jóvenes a fin de encausarlos en la formalidad y dejar de lado la actitud en muchos casos tirada a «ordinaria» de algunos jóvenes que solían hablar con modismos chilenos a través del coa. La máquina llamada «pitucómetro» era la encargada de darle una vuelta de tuerca a esas cabecitas básicas -según criterio del comercial- que eran cultivadoras del hablar flayte y que eran propios del léxico común chileno en jóvenes: pues con eso, Mac-Gill junto a su asistente encarnada por Jofré que manejaba la máquina, querían hacer ese estudio y determinar lo que es o no es ser fino, lo que a criterio de su directora, «es clave para el desarrollo de un país». Además, las acompañaba Yann Yvin de MasterChef, haciendo de mayordomo del Instituto. Está diciendo que el comercial de dicho atún con la aparición de Mac-Gill saca risas hasta las piedras.

Pero lo que es indiscutible, es su aparición en medios como su trabajo en varias entidades culturales y de patrimonio en el país, labor por la que siempre fue reconocida y querida en el ámbito farandulero. Esta descendiente de escoceses y que sentó el fenómeno socialité en Chile, será siempre recordada al ser una de las últimas especies de dicho bastión.

A continuación, revisa el video aquí: